
Mark Zuckerberg ha tenido en las últimas horas una buena y una mala noticia. La buena: un tribunal de apelación le dio la razón en el caso de los gemelos Cameron y Tyler Winklevoos, que en 2008 aceptaron 65 millones de dólares para saldar su reclamación de la paternidad de la idea original de Facebook. Los tribunales le vuelven a decir a los gemelos que en aquel pacto, que recoge la película La Red Social, terminó el recorrido judicial de sus quejas.
Sin embargo, Zuckerberg se encontró ayer con un enredo judicial que aún puede dar mucho juego. Una mala noticia, sin duda. El empresario Paul Ceglia le reclama ahora la mitad de la propiedad de Facebook (ya lo hizo hace unos años, aunque entonces pedía el 84 por ciento), pero con nuevas pruebas. En concreto, acaba de presentar ante un tribunal de Nueva York varios correos electrónicos entre él y Mark Zuckerberg que en teoría demuestran el acuerdo al que llegaron.
Ceglia insiste en que en 2003 contrató a Zuckerberg para que escribiera código en su empresa, StreetFax. Dice también que invirtió mil dólares, en un primer momento, en The Face Book, a cambio del 50 por ciento de la sociedad, más los intereses. En los correos ahora presentados, parece deducirse que Zuckerberg estaba desarrollando un proyecto en colaboración con Ceglia de forma paralela al de los hermanos Winklevoss. "Si no hacemos un movimiento pronto, creo que vamos a perder la ventaja que tendríamos si ellos liberan antes". En esa misiva le pidió otros mil dólares para pagar a un compañero de habitación que le estaba ayudando a escribir el código.
El paisaje que dibujan los abogados de Ceglia dibuja a dos equipos trabajando en la misma idea, y con el empresario demandante financiando a Zuckerberg..., según dice a cambio de la mitad de la empresa resultante. Una empresa convertida hoy en una mina de dinero y poder.
La corte del estado de Nueva York archivó la anterior demanda de Ceglia el pasado mes de junio. Cuando le preguntaron porqué había tardado tanto en presentar la reclamación, su respuesta fue que se olvidó de ello. También se debió olvidar de los mail que ahora parece haber encontrado. Los portavoces de Facebook siempre han dicho que las "reclamaciones Ceglia son absurdas y su demanda es frívola, si no abiertamente fraudulenta".
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